viernes, 30 de noviembre de 2012

Vacío y coraza


Cito a Mann, no sin las debidas adaptaciones a mi propósito,  porque ha explicado con las palabras justas la etapa en la que mi vida se ha estancado, y con el afán de que tal vez lo lea alguien de la misma índole: 

El hombre no vive únicamente su vida personal como individuo, sino que también, consciente  o inconscientemente, participa de la de su época y de la de sus contemporáneos. Aunque inclinado a considerar las bases generales e impersonales de su existencia como bases inmediatas, como naturales, y permanecer alejado de la idea de ejercer contra ellas una crítica… es posible que sintiese vagamente su bienestar moral un poco afectado por sus defectos. El individuo puede idear toda clase de objetivos personales, de fines, de esperanzas, de perspectivas, de los cuales saca un impulso para los grandes esfuerzos de su actividad; pero cuando lo impersonal que le rodea, cuando la época misma, a pesar de su agitación, está falta de objetivos y de esperanzas, cuando a la pregunta planteada, consciente o inconscientemente, pero al fin planteada de alguna manera, sobre el sentido supremo más allá de lo personal y de lo incondicionado, de todo esfuerzo y de toda actividad, se responde con el silencio del vacío, este estado de cosas paralizará justamente los esfuerzos de un carácter recto, y esta influencia, más allá del alma y de la moral, se extenderá hasta la parte física y orgánica del individuo. Para estar dispuesto a realizar un esfuerzo considerable que rebase la medida de que comúnmente se practica, sin que la época pueda dar una contestación satisfactoria a la pregunta “¿para qué?”, es preciso un aislamiento y una pureza moral que son raros y una naturaleza heroica o de vitalidad particularmente robusta.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

lunes, 26 de noviembre de 2012

Un hombre menos

Está semana un hombre se suicidó por mi casa. Era un vecino que vivía a dos casas de mi casa. Era un hombre solo, abandonado en el alcohol y por su familia, cosa que se me hace como la causa de su trágico desenlace. Y lo escribo porque este incidente comprueba el hecho de que, tal vez los problemas acaben para esa persona, pero los problemas no mueren, se quedan con los vivos. Esa persona muere y se pierde en la nada, pero los de este mundo se quedan para morir en vida. Y es que aquel hombre vivía en el fondo de su casa porque la parte de adelante la rentaba a otro señor, igual de solo y alcohólico. Lo encontraron a las cuatro de la tarde. La vecina que vivía en frente, llegó a mi casa unos días después ha platicar con mi mama, y nos contó que siempre andaba pendiente de ese señor, pero que ese día se levantó a las 7.15, para atender a su marido, y es que usualmente se despierta a las 10 para las 6, luego se fue a hacer sus cosas y no regresó hasta la tarde. "para que veas como es diablo el diablo"; y el hombre que rentaba en esa casa, pues trabajaba. Aquel hombre solo sólo tuvo que hacerlo, nadie le molestaba. Y su inquilino ya se está mudando porque dice que no soporta estar allí, no por el miedo, sino por la tristeza, dice que un día antes le prestó una pluma a el muerto, y con esa pluma escribió su carta, y por una parte está bien que se vaya el don, porque no vaya siendo que por estas solo igual se lo arrastre el mal aire. Por otro lado está la familia, la esposa, una señora gorda y blanca, que lo dejó por borracho, y sus hijas, que vienen a llorarlo cuando ni en cuenta lo tenían en vida. Sólo una hija, creo, fue la que lo atendía en vivo. Era un hombre tan desecho y maltrecho, que daba pena verlo andar por las calles. El inquilino llegó a las cuatro de la tarde de su trabajo, y dijo que vio un recibo de luz, y que fue a entregárselo, cuando vio la puerta entreabierta y creyó que nomás se hacía el que no quería hacerle caso, "cabrón, no te voy a robar, ya te vi, ¿que haces?" le decía y cuando entró lo encontró, todo quebrado, y muerto, y tan sin vida, que corrió con la vecina de enfrente, y está llamó a la ambulancia, pero creyendo que podía salvarlo entró y lo vio también. Dice que la imagen se le quedó y no la puede dejar de pensar, que lo encontró sentadito y roto y con la cara mala. La esposa luego ya no quiso hacer el rosario en la casa, y la vecina que vivía enfrente del señor anda molesta con esa señora, pero pues son problemas de familia y que más se le va a hacer, y el inquilino ya hizo sus maletas, y se fue a buscar otro cuarto, y así es cómo queda la casa esa solitaria, además de que esta hecha un desastre, la pintura inflada, y el porche sin techo. Sólo queda esperar que la casa no se mine del olor a muerte por siempre, y esperemos que el muertito se haya ido a donde se tenga que ir, sino aquí lo tendremos rondando tan cerca de la calle. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Después de la muerte

Aquí andaba eliminando unos correos de mi bandeja cuando me topo con uno que me revela, igual que si fueran las memorias de una vida pasada, un blog que cree hace aproximadamente dos años. Tal vez fue para la escuela, o puede tener cualquier historia, no lo sabré porque no tengo escrito nada, al menos antes de reencontrarlo. Así que lo resucite de entre los muertos y publiqué un pequeño mensaje de re-activación  Sería  interesante tener dos blogs, aunque tal vez suba lo mismo, o algo diferente. Pero es este: http://kiu2.wordpress.com/ Y por cualquier cosa, allí pueden encontrar otras palabras mías. Será como un alter ego o el reflejo de un espejo. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Día de los muertos.


Hoy me desperté con el alboroto de la preparación de los mucbipollos. Mi mama hacía la masa y el pollo, mientras mi papa le ayudaba con las hojas de plátano. Como ya había pasado un día de que pusieron el pan de muerto en el altar pues lo agarré y eso desayuné con un pote de chocolate. Todo lo que se pone en el altar parece perdurar por alguna inmunidad al tiempo, se puso el primer día, el 31, un vaso de leche y a la mañana siguiente estaba tan buena como si no hubiera pasado la noche entera fuera del refrigerador. Hasta las hormigas muestran respeto por la comida de las ánimas. Más tarde se hizo un pequeño rosario en el altar, cuando ya habían traído los mucbipollos de la horneada, y se rezó frente a las fotos de mi abuelo (que juro que tiene cierto parecido con Pedro Infante), una tía muerta, y un primo que fue quemado hace como dos años. No es muy grande el altar que pusimos, pero tiene lo suficiente para alimentar a nuestros muertos. Ya después como al mediodía fuimos al cementerio a visitar a mi abuelo, y arreglar un poco sus tumbas. La tía de la que hablo se encuentra en un nicho y mi abuelo en una de esas bóvedas. En el cementerio había otras personas visitando a su muertos, y más en la tarde se haría una misa. Colocamos unas cuantas flores y veladoras y les rezamos un poco. Espero que hayan encontrado el camino hacia su comida y que estén en paz, que es lo que al final se desea con todo esto: que encuentren la paz y la luz de las velas los guié en esa enorme oscuridad que ha de ser la muerte. Tal vez aquí hay mucho  de la discreta invasión halloweenesca, pero al final las costumbres no se pierden, y es que es sólo presentar tus respetos hacia esas pobres ánimas del purgatorio o lo que sea donde se encuentren. Y al final se debe de ver con alegría, quizá estén mejor que nosotros los vivos.