domingo, 6 de agosto de 2017

Ícaro imita a Werther. Acto I


Lo más difícil ha sido escapar del laberinto de mi cabeza. Ahora me encuentro sobrevolando el firmamento en dirección al sol. Sé de antemano, como buen lector, que mi caída es inevitable. A veces pienso que esta historia no es lineal. De tantas combinaciones, en una comienzo con mi caída, y en el transcurso de mi descenso me aterran fragmentos del vuelo y el encierro con la bestia. En otras trabajo en una compañía de seguros y por las noches escribo una obra de teatro, cuya trama narra el sepulcro de Ícaro, primogénito de una familia proletaria, quien ha muerto de una sobredosis de literatura burguesa.

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